miércoles, 15 de diciembre de 2010

De repente me ha salido un himen!!



Y lo más curioso del caso es que soy un hombre (así que ya podéis imaginaros en dónde me ha salido el dichoso himen). Al principio, no entendía nada, noté algo raro y cuando ya fui consciente de lo que era, pues me asusté un poquillo. Después de mucho dudar, decidí ir al médico, pero cuando el pobre hombre me vio, lo único que se le ocurrió fue llevarme al instituto anatómico forense para convertirme en objeto de estudio. Salí escopeteado de la consulta mientras el otro me miraba con cara ávida y ansiosa, como si yo fuese su billete para la fama científica. Entonces (armándome de mucho valor) se lo comenté a mi madre. La pillé en uno de sus ensayos y todavía con la guitarra en la mano sólo llegó a preguntar: ¿”¿Y cómo haces para cuando tienes que ir al baño?”.Así que finalmente hice que lo estaba evitando desde el primer momento: hablar con mis amigos. Y, por supuesto, obtuve la respuesta esperada: “claro, mari, todo el día con esa cara de almendra amarga encerrada en casa, pues normal que no te comas un rosco y acabe saliéndote eso”. Ya sabía yo. Para mis amigos todo lo que me pasa es porque yo ando por la vida con una cara de como si estuviera todo el rato oliendo a mierda. Pero no es verdad, yo soy una persona positiva, con mucha alegría, estoy contento con la vida que me ha tocado y con lo que he elegido. Yo no tengo la culpa de que la sociedad se haya vuelto gilipollas en estos tiempos, ya no hay contacto humano, la gente se ha embrutecido con el dichoso internet y ya no se valora el tú a tú. Yo no soy un amargado, pero en la mierda esa de página de contactos todo el mundo miente más que habla, y al final aquí más solo que la una y con un himen en el culo. Qué asco de vida.

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