miércoles, 15 de diciembre de 2010

Y yo con estos pelos!!



Ya de primeras mal, porque la peluquería estaba cerrada; me habían dicho que abrían a primera hora y estaba cerrada. Así que me he ido a trabajar como una mamarracha, con los pelos todos revueltos. Y eso me pone negra, pero negra negra. A ver, no es que yo sea una top model, ni que trabaje en Corporación Dermoestética, pero presentarte en la oficina con una imagen mínimamente decente es importante. Y empezar la semana con la cabeza más enmarañada que la Barriguitas que teníamos cuando éramos pequeñas, pues no mola nada. Se te queda en el cuerpo la sensación de que todo va a ir como el culo hasta el viernes, y ya bastante como el culo va normalmente (porque yo solo soy yo de viernes a domingo, y los miércoles en clase de teatro). Y es que, digan lo que digan, la imagen es lo primero que les llega a los demás de ti, y a partir de esa imagen y sus reminiscencias serán más o menos simpáticos, más o menos agradables y tus jefes serás más o menos cabrones (siempre cabrones, pero a lo mejor un poco menos). Y si no os lo creéis, preguntadle a los de Disney, que hasta la Bestia estaba buenorro (de hecho, estaba más bueno que luego, cuando se convierte en príncipe). Si hasta hay unos estudios y todo que dice que los guapos lo tienen más fácil en el mundo laboral (y en el otro, qué coño). Total, que me levanto dos horas antes para poder ir a la pelu y empezar la semana con un mínimo de alegría y ahora me encuentro en el curro, con estos pelos de desquiciada y tomando un café mientras espero que lleguen los demás. Y encima la puta de la becaria me mira como si yo hubiese salido de una peli de zombies. Menuda semana me espera.

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